Voy a empezar una historia...
Hace frío, ese frío que te hace temblar todos los huesos del cuerpo al compás de la música del castañetear de tus dientes; que te hace temblar como una hoja en otoño.
Siguiendo este símil, estaba esperando caer, por una fortuita ráfaga de viento que me llevase al profundo limo de los suelos, el sitio donde se olvidan las almas. Me parecía que estaba con el rojo reluciente y acerado propio de las hojas del arce antes de despeñarse, porque su tiempo había pasado. Esa era mi sensación. Esperando a que el viento me llevase.
Pero no llegaba ese viento. Hacía tiempo que tenía dos monedas de plata para el barquero, plata lisa y limpia e igual de falsa que la luna. Falsa, falsa moneda para cruzar la laguna Estigia, de igual manera que viví; con mentiras, en este caso a Caronte. Pero a quien importa a quién mentí
Vendí, falseé, mentí y engañé. Mi alma condené y al barquero falsearé; pero nada tan atroz que no pudiese redimirme al igual que el Don Juan. Me dieron la oportunidad y teniéndola frente a mi rostro, le escupí. Mancille el semblante que en otros tiempos hubiesen envidiado las diosas. Facciones similares por las que otras mujeres antes que ella habrían pagado ante los mismos dioses. Rasgos que no olvidaré.
Esperaba los gélidos dedos de Poseidon sobre mi cuello, mancillando también mi cuerpo, arrastrándome a las profundidades de su reino, donde el mundo me olvidaría. Navegaba retándole durante su furiosa tormenta con la única vela que podía, sabiendo que mi muerte era justa, pero que el tridente de Poseidon debería hundirse en mis carnes varias veces antes de que yo me diese por rendido. Era una cuestión de fe o de voluntad, y a mi no me quedaba fe en nada.
Voluntad para atravesar el Hades y traer de vuelta a mi Euridice, si era digno del perdón, o voluntad para traerla aun a pesar de tener que acuchillar al mismísimo cancerbero. Ese era mi destino, y si no lo era, lo forjaría arrebatándole su aguja a las Moiras y tejiendo mi destino.
¿creeis que debo continuar? o mejor ¿quereis continuarla alguno?
3 comentarios:
Creo que deberías seguir, ya no nos puedes dejar a medias... además has dejado el listón muy alto, imposible competir ;)
Joder como escribes cabrón, no voy a continuarla que mi lenguaje no da pa'tanto. Y me pierdo con los nombres de las deidades, me suenan pero no es lo mismo.
Tu sigue que tiene vuena pinta.
Por curiosidad ¿va sólo en el barco? ¿han muerto sus compañeros tras la batalla o los ha envenenado él mismo? ¿quién era esa zorrita que estaba tan buena? ¿una ninfa? Sigue cabrón que quiero saber más.
Lo de buena con "v" no me lo tengáis en cuenta, están al lado la "b" y la "v", no lo he releido hasta que era tarde y eso.... jo
Bueno, prueba más que suficiente de que no valgo para escribir.
Publicar un comentario