Rima XLVII
Yo me he asomado a las profundas simas
de la tierra y del cielo
y les he visto el fin con los ojos
o con el pensamiento.
Mas, ¡ay! de un corazón llegué al abismo,
y me incliné por verlo,
y mi alma y mis ojos se turbaron:
¡tan hondo era y tan negro!
Gustavo Adolfo Béquer
1 comentario:
Muy grande, Bequer es bueno tio.
Me recuerda a una cancion de vomito un tanto Nietzcheana, pero en mucho mas poetico.
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Somos muy pequeños, tan pequeños e insignificantes...
Esperemos que el futuro no sea tan negro y tan profundo como los abismos que llegan al corazon de la tierra.Sino podria vencernos la desesperanza
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