Mucho tiempo en un ambiente de tristeza, te acaba deprimiendo sin que casi te des cuenta.
Si vives en un lugar donde lo normal es hablar a gritos, ladrando, pues reaccionas así normalmente.
Si todo lo que te rodea emana sumisión pues la tendencia es a ser sumiso.
Si todos están cabreados, parece que uno no puede no estar cabreado.
Y así...
Hay una tendencia a la continuidad.
Si solo te pisan un día, reaccionas fácilmente, pero si lo hacen muy a menudo...
Cuanto más tiempo pasa, más te acostumbras. Hasta que no te das cuenta casi. O si te das cuenta, piensas que es lo que tiene que pasar, que es lo normal.
Es como la historia que todos hemos oído acerca del sapo o el cangrejo que si cae al agua hirviendo salta, o intenta salir, mientras que si la temperatura del agua va subiendo poco a poco, se cuece casi sin enterarse.
Pues imagínate que el agua tardase años en subir de temperatura, o que permaneciese mucho tiempo con un nivel de grados muy elevado, sin acabar de subir del todo nunca.
Antes o después llega el desgaste.
Y casi es peor si te diste cuenta, pero pensabas que la temperatura nunca te afectaría tanto, que tu podías con todo. Y dejaste que pasase.
Y bueno, no vamos ya a hablar de si eso lo pensaron otros por ti.
Antes o después, es normal que alguien o algo se salga de la tendencia.
1 comentario:
Antes o despues, uno de esos cangrejos....
se escapa de la cazuela de agua ya hirviendo.
Seremos tan afortunados como para atrevernos a ser ese camgrejo ??
Ito
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