Sin querer, él lo vio a través de la ventana.
Los recuerdos se arremolinaban en su cabeza.
Provocando en su interior una tremenda pereza.
El sueño de la tristeza acaparó todo su corazón.
Mientras el hambre de felicidad dirigía su razón.
La angustia se disolvió al desaparecer el motivo.
La opresión se marchó mientras aun seguía vivo.
Quizás solo era lo gris que estaba el cielo en su mente.
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