2006/11/27

La tarta del feliz no-cumpleaños.

Esta noche, como casi todas las noches últimamente, he visto Madrid desde la lejanía. Quizá eso haya hecho que se me antojase algo nuevo. Está noche era una titilante tarta con sus frágiles lucecitas amarillas parpadeando al son de una extraña melodía.

Sus velas, esas nuevas torres que, como no, ahora están construyendo la hacen parecer una tarta importante; de alguien mayor, quiza lo suficentemente mayor para entender lo que significan muchas cosas, demasiadas.

Sobre la tarta de cumpleaños estaban esas nubes oscuras reflejadas cual cándidas faces infantiles asomándose a la tarta con la sana intención de apagar las velas de un solo huracanado soplido.

Que pena que no lo hicieran.

2006/11/20

La Estación Fantasma:

A petición del público saldré de mi madriguera para narrar la crónica de una experiencia que me gustaría fuera irrepetible.

La noche del 13 al 14 del presente mes, yo me hallaba en Madrid (esa ciudad que cada día odio un poco más).

Tras cenar en casa de mis tíos, me disponía a regresar a mi hogar temporal allí (una casa cerca del culo del mundo en la que había alquilado habitación). De camino en el cercanías me dí cuenta de que había cogido el camino más largo (como caperucita en el cuento, hasta llevaba un bizcocho bajo el brazo que me había hecho mi tía) , pero ya era tarde para variar la ruta; cuestión de tiempo que llegue, pensé. Pero ignorante de mi y novato todavía en esa gran urbe no tenía ni la más remota idea del tiempo que me iba a costar llegar.

Paciente en mi asiento veo pasar una estación y otra... y doce... y se salta la mia.
¡Me kagon'tó! exclamé mosqueado después de todo ese tiempo en el tren. Descendí del tren en la siguiente estación para tomar el que va en sentido contrario y así llegar a mi destino. Pero denuevo pasa de largo la estacón. No podía ser figuraba en la ruta del mapa ¿por qué se la salta?

Bajé en la siguiete parada decidido a buscar al jefe de estación o a alguien que me explicase qué pasaba para que el tren no me llevase a mi destino. Pero el destino estaba escrito, la había pifiado y todavía no lo sabía.

Ante mi estaba la estación fantasma. Carteles casi borrados comidos por el sol, bancos oxidados, marquesinas viejas de cristales rotos, plantas que envuelven los bancos... en conjunto una visión fantasmal. Y por supuesto ni un alma en el lugar. El único edificio cerrado a cal y canto y en torno a los andenes: nada.

Cuando digo nada, es que no había ciudad, tan sólo campo. Ni carreteras, ni casas. Tan solo se veian las luces de la ciudad en a tomar por culo.

A las 12 de la noche y sospechando lo anormal de la situación llamo a mi amigo HMJ que vive en Madrid desde hace años preguntándole a qué hora dejan de circular los cercanías. No te preocupes hasta las dos o las tres siguen pasando, me dice tranquilizador.

Pasan trenes pero ninguno para y mi amigo me llama:
-Oye, que los trenes dejan de pasar por el Tejar a las 12, voy a ver si en internet encuento algún mapa que me diga dónde estás para ir a buscarte.

Al rato me vuelve a llamar y me dice que es imposible, es el peor sitio en que podía ir a parar. Se trata de 20 km cuadrados de reserva natural sin carreteras ni ná.

Llamo a la policía y el agente me dice que eso no es asunto suyo, que llame a un taxi. Acabo de hablar con el jefe de policía de los Simpson (Weegun, creo). Que yo sepa los taxis necesitan carreteras y si no es asunto de la policía que se pierda alguien de quién es ¿de los bomberos?

Como me sujirió mi amigo HMJ seguí la via para intentar llegar a la anterior estación y que allí me recogiera. Pero me topé con un tunel y los trenes siguen circulando aunque no paren así que me pareció una idea un tanto suicida y desandé los 2 km y pico hasta la estación.

Allí de vuelta decidí seguir un camino chungo hacia las luces de la ciudad, pero más adelante lo cruzaba un pequeño río y estaba todo encharcado, eso y que el camino se empezaba a desviar de mi ruta me convenció de volver hasta la estación bajo la luz de la luna.

En la estación esperé ya cansado a que pasara el siguiente tren pero a las 2 horas de estar quieto uno empieza a tener frío. Así que volví a llamar a la policía y el cherif sigue con lo suyo: arrascamiento de pelotas sumo. Conseguí que al menos me diera el teléfono de la Renfe. Y me dijeron que desde las 12 cómo era posible que llamara a las 4:30 (si yo les contara) y que mandarían una patrulla de seguridad a buscarme.

A los tres cuartos de hora aparece un todoterreno de los forestales (creo que eran forestales) que llevaban a una pareja de la Nacional atrás. Tras comprobar que me encuentro "bien" (no sangraba ni tenia hipotermia) me dice el guarda que para la hora que es casi que espero el siguiente tren. Indignado pero conservando la calma le pregunto que a qué hora es eso. Llama por el walki y le dicen que a las 6:15. Otra hora más no aguanto aquí. A regañadientes acepta, pero que sólo me lleva a una estación de servicio cercana (lease gasolinera) argumentando que el seguro no cubre riesgos y deja caer que vamos a ir muy pretos en el coche los 5. Y a mí qué.

Una vez en la gasofa los Nacionales muy amables me llevaron a casa, a sabiendas de que los otros me habian dejado en el culo del mundo. Llegué a eso de las 6 y no hubo forma de despertar a la casera así que tube que tomar un taxi e ir a dormir a casa de HMJ.

Por cierto el 14 era mi cumpleaños jamás se me olvidará, gracias RENFE.

2006/11/14

La la la la....

Bueno tras una noche de insomnio... las cosas se ven mucho mas claras ahora... (de esto se extrae la conclusión que mi cerebro no funciona hasta la hora 20 de estar despierto) he visto la luz (hace tiempo Venus se apagó...)

Quizá sea porque ha amanecido, quizá sea porque hay una nueva estrella en Orión. No lo se. Pero he de dar un nuevo rumbo a algo; y como solo tengo un barco, sin timonel y zozobrante, he pensado que a lo mejor un poco de achique, dique seco, algo pintura y unas capas de barniz puedan ayudarle.

Dar un poco de perspectiva a lo que de verdad merece la pena y a lo que no... y claramente no merece la pena ir llamando a un remolcador para introducir el barco en el puerto, no merece la pena navegar en los mares tranquilitos. Hay que darle un poquito de vidilla.

Vamos que a ver si espabilo que la madera se pudre y ¡hay que renovar el barco!!


PS: Por dios que alguien le pregunte al engendro endemoniado ghuleizante, que en rara ocasión visita este rinconcito de la red, que tal ha pasado la noche de su cumpleaños y por que apenas he dormido esta noche... por dios hacedlo que yo no puedo hablar.... tengo mi lengua atada...

PS2: Por cierto no lo he comentado pero me es obligado anunciar que estoy adorando el otoño, me encanta el otoño (es mi estación favorita) quizá deba dedicarle una entrada en el blog...

2006/11/06

La vida en segundos.

Primero disculparme por tardar tanto tiempo en escribir. Como habitualmente, tengo escusa. Mi Jefe, y amigo, ha tenido un accidente de coche muy grave. Y la verdad te hace pensar que puñetas te separa del otro barrio... y no se, asomarte al abismo de la fragilidad de cada una de las personas es una visión bastante estremecedora. a mi me pasa ¿y a vosotros?

Os dejo una imagen de como quedo su coche... de como quedo el mejor no hablo. Pero gracias a dios no paso nada gravisimo. Peor le fue a la mujer que le dio...



Valorad lo que teneis que se puede perder en un segundo...