2011/05/23

TIEMPO DE TORMENTAS 1.0

1.0

Me despertaron las gotas de agua al chocar contra el cristal más allá de las gruesas cortinas. Quizás debería haber bajado la persiana anoche, pero entonces no estaba yo para ese tipo de cosas.

Tropecé con algo que había dejado en el suelo, mientras trataba de acercarme a la ventana. Moví un poco la cortina, deseando que hubiese poca luz, y el día me recompenso con un ejército de nubes que oscurecían la costa llevándola hasta el extremo de la noche.

No era una lluvia demasiado fuerte, pero se podían ver rayos muy a lo lejos, mar adentro, tanto que casi ni se oían los truenos. En ese momento sonó una alarma en el móvil. Volví a tropezar con el maldito zapato cuando me acerque a la mesilla para cogerlo. Era una nota que me había puesto a mi mismo como recordatorio: “Comida en el asador a las 14:00”.

Volví a mirar por la ventana, desde luego no iba a salir al mundo exterior. Hacia un día perfecto para quedarme en casa. Simplemente un día perfecto.

Cogí un cigarrillo de la mesilla y comencé a darle vueltas al planning extraordinario para aquel día. Tenía unas cuantas cosas que hacer, pero las iba a llevar a cabo con mucha calma. En ese momento sonó una llamada. ¡Vaya! se me habían adelantado: ¿Qué podía hacer a parte de contestar?.

Desgraciadamente, no soy muy bueno inventando excusas, así que ni lo intente. Media hora después estaba al volante de mi coche saliendo del garaje.

3 comentarios:

Ito ito dijo...

Me gusta.
Da la impresión de que está a punto de pasar algo terrible y de que por lo que sea, logra evitarlo sin ni siquiera haberlo sospechado....
¿¿ Tendrá el texto cierta ambientación Lovecraftíana ?? Quizá sólo haya sido mi imaginación....

Cuando quieras repites, Mister Storm-Time....

HMJ dijo...

A mi me encanta esa sensación de "pereza" (a falta de una palabra mejor) que te ataca justo unos segundos antes de mirar por la ventana; porque sabes, presientes o quizá hueles la lluvia...

De todas maneras recuerda que compensas con lo de que fin y al cabo era para irte a comer por ahí...

:) dijo...

La verdad es que hay veces que no apetece salir nada. De hecho la lluvia me gusta mucho detras de una ventana, porque invita al recogimiento, la meditación, y todos esos sentimientos tan hogareños.
A veces se esta tan bien en la madriguera que no es necesario salir de aventuras (aunque también a veces es muy divertido salir al mundo).
Debo de tener sangre hobbit.

Se supone que es una historia ficticia/fantastica/oscura/serie de entradas(posts)temáticos en cadena, pero tendra algo de autobiografico, o mucho de mi (como lo querais decir).