2008/09/10

En el horizonte


Lo sé, no lo debí hacer. Pero era tan tentador. Avanzar hacia el edificio era como un maleficio. El resto de los edificios se curvaban y retorcían, primero enmarcando el camino y luego desapareciendo de la vista. Se encuadraba en el horizonte su gris metalizado-acero contrastando con el azul grisáceo de las nubes. Retándose, como compitiendo en el nivel de abatimiento que querían alcanzar. Ambos lo hacían muy bien.

No notaba el vaivén de los pasos, era como ser arrastrado por una cinta trasportadora que lenta e inexorablemente me empujaba en ese sentido. Era como esas cintas que se usan para acumular escombros en los cementerios de basura; o esas otras que arrastran el feretro hacia el incinerador. Asi es mas o menos como lo sentia.

Note que en algún momento podía saltar. Caer al vacío desconocido; enfrentarme a una nueva realidad y rechazar las convenciones de la cinta trasportadora. Pero no sé por que me quise engañar con la idea de que siempre podría hacerlo en el último momento. ¡Qué error! Lo tenia claro pero no deje vencer a mi consciente sin voluntad por la ferrea determinación de mi subconsciente.

Se aproximaba el fin del camino, sabía y negaba a la vez lo que había, pero lo tenía encima. Estaba en el borde del precipicio. Crei que no caería que magicamente permaneceria en extático por la eternidad. No fue así atravesé la arcada principal del metálico templo de peregrinación.

Sé que no debía haberlo hecho. Pero había llegado a la oficina a trabajar...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Acojonante.
Transmite un monton.

Silderia dijo...

Nunca se debe ir a la oficina a trabajar. Eso mata el sueño y te deja como residuo un mal sabor de boca y algo de estres que luego tienes que qitarte con unas vacacios.

Y luego dicen que el curro dignifica y, a demás, que es salud.

Ito ito dijo...

Ayudar a los demás, dignifica.

Hacer algo de ejercicio, te dá salud.

Pero trabajar, amigos míos, sólo te dá una cosa: Dinero.
(y todavía no tengo claro si es bueno o malo)

Gigi dijo...

Te he dicho un montón de veces que cuando te saques unas perrillas haciendo de drag queen te asegures de quitarte las plataformas antes de volver al curro, que luego te pasa lo que te pasa.
Mira tu por donde nadie había expresado mejor como me siento cuando voy a currar con mis taconazos por las puñeteras calles adoquinadas con los baldosines pequeñitos, y tenias que ser tu jejejejej paradójico.
Jajajaj ahora en serio, me encanta como escribes, es muy muy bueno.

HMJ dijo...

Gracias! Encantado de verte por aquí otra vez!

Pero no hacía falta que contases lo mio como drag-queen!! :P

Cuidate!

Ito ito dijo...

Lo mío es pura envidia.

Sana envidia, eso si...

Anónimo dijo...

¿Y cuando sales?

Me ha gustado mucho, ESA sensación (Esperando Ser Amargado) es la que me ha parecido captar.