2014/11/02

SE RASGÓ EL VELO

Se rasgó el velo,
no cayó el telón.

Las máscaras empezaron a quebrarse,
y los rostros que había bajo ellas eran horribles.

Los monstruos comenzaron a salir a la luz,
y sus ojos se contrajeron después de tanta oscuridad.

Ya no hacia falta continuar,
la función había acabado.

El publico pretendía aplaudir,
pero el asombro se lo impidió.

Costaba encontrar una cara amable entre los actores,
y no estaba la audiencia para hacer esfuerzos.

El cadaver no era ficticio,
y la sangre comenzó a brotar lo suficiente como para ser vista.

Nadie entendía nada,
pero no era necesario.

Los hechos eran casi los mismos, 
aunque teñidos de cruel realidad.

Casi todos estaban quietos, 
y miraban fijamente hacia el infinito.

El tiempo pareció prolongarse en un silencio brutal,
pero al final comenzó la terrible estampida mortal.

Gracias a Dios la recaudación había salido hacía ya rato del teatro. 

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