2006/04/16

La charla con desconocidos.

Este quizá sea uno de los motivos por los que no me he ido ha trabajar fuera de españa. Es increible lo fácil que es entablar una conversación con un desconocido cualquiera. Aquí, es bastante sencillo porque la gente realmente es abierta.

La gente habitualmente me pregunta porque prefiero viajar en transporte público. Esto es así porque te permite hacer otras cosas diferentes a cabrearte con el tráfico y fijarte en la aburrida carretera (entre otros motivos) Cosas que el transporte privado (o sea conducir tú mismo) no te facilita. Esta es la opción (el transporte público) en la que puedes hablar con cualquier desconocido.

Hace unas semanas fué con un simpático abuelillo que había dedicado su vida a ser revisor de RENFE y que me contaba como habían evolucionado los trenes (parece que esto de los trenes me persigue; ¿será una señal?) y los pasajeros, incluso la puntualidad... A mi me resulto chocante que con lo enamorado que estaba el hombre con los trenes, usase un autobus como medio de locomoción, pero era gracioso y me conto las vidas de su hijo mayor y como le había seguido en el trabajo de RENFE.

Esta semana ha sido una chica joven, una universitaria que estudiaba turismo. Me contó su vida, entera!! como tenia que irse hasta la úniversidad tooodos los días hora y media de ida y de vuelta, como eran sus "profes", la mascotas que tenía en casa como su perra (que se llama Isis) era la "favorita" de la casa y su madre era indulgente con ella.

A ver si me entendeis yo me suelo estar calladito en el autobus, y habitualmente nadie me dirige la palabra, pero viajo tanto que una de cada diez veces, me toca algún compañero hablador que me cuenta sus cosas. Debe ser que tengo cara de persona que escucha o algo así...

Esto es una cosa única que yo creo que es particual de un caracter mediterraneo o como quieras decirlo, y ¡me encanta! Ni siquiera me se los nombres de mis dos últimos interlocutores (creo recordar que ninguno me lo dijo) pero creedme, me sigue motivando para viajar en transporte público, ¡aún a pesar de las incomodidades!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito, Juan, sí señor.
Pero no puedo evitarlo: ¿a incomodidades te refieres al chorro de aire que te deja los pelos a lo zumbado?? (desde el cariño)

HMJ dijo...

je je je... ahora entiendes mi peinado ;P

Me refiero a que tengo un problema con los asientos en los autobuses: no me entran las piernas y los respaldos, habitualmente, se me quedan cortos, y eso que no soy muy alto....

Anónimo dijo...

En algunos viajes me ha pasado parecido, la gente aprobecha para hacer sus confesiones o ver que impresión causa su vida en otros. En el viaje al Salón del Cómic de Barcelona tuve un par de compañeros de litera que no pararon de rajar todo el viaje sobre los lios que tenían con mucjeres casadas y demás, es increible la cantidad de cuernos que habría en este país aunque se extinguieran todas las vacas y toros de lidia.